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Surgir, todos los días, limpio, como el crepúsculo,
de la amarga aspereza del día solitario…
vencer las negras dudas con una luz de rosa,
hacerse, cada hora, más noble y más lejano…
Diluirse en una vaga idealidad celeste,
en donde apunten claras estrellas de topacio…
no ser como los otros… desprenderse de todo…
esperar a la muerte soñando y suspirando
Que el corazón se ponga transparente y abierto
como la cristalina ilusión del ocaso…
un ocaso divino, que persista en la noche
de las melancolías y de los desengaños…
Juan Ramón Jiménez
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Premio Nobel de literatura 1956
Moguer (Huelva), 23 diciembre 1881 - San Juan de Puerto Rico, 29 mayo 1958
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As soon as men live entirely in accord with the law of love natural to their hearts and now revealed to them, which excludes all resistance by violence, and therefore hold aloof from all participation in violence — as soon as this happens, not only will hundreds be unable to enslave millions, but not even millions will be able to enslave a single individual.
ResponderEliminarLEO TOLSTOY
A luz ilumina o caminho.
ResponderEliminarA escrita ilumina a mente e ajuda a percorrer e descobrir outras dimensões.
Por isso eu venho a tua "casa", aprender a crescer com a força das tuas escolhas.
Abraço.
Muy buen antídoto contra la desesperanzas , palabras iluminadas que te alegran el corazón al leerlas- Un abrazo , Cris
ResponderEliminarEsta foto me evoca a un animal volando y me transmite positivismo, confianza, quizás por el título que le pusiste.
ResponderEliminarYo aprendo cuando tú pasas.
ResponderEliminarEsta casa es tu casa.
Beijos
Cristina
Hola Johnny,
ResponderEliminarEl corazón necesita calorcito para funcionar. Tus visitas siempre me alegran.
Un abrazo
Cristina
Hola Inma,
ResponderEliminarUn pájaro azul que cruza el azul del cielo, llevándonos, con ilusión.
Un abrazo
Cristina