sábado, 17 de julio de 2010

Amando




Allá, en las tierras altas,
por donde traza el Duero
su curva de ballesta
en torno a Soria, entre plomizos cerros
y manchas de raídos encinares,
mi corazón está vagando, en sueños...


¿No ves, Leonor, los álamos del río
con sus ramajes yertos?
Mira el Moncayo azul y blanco; dame
tu mano y paseemos.


Por estos campos de la tierra mía,
bordados de olivares polvorientos,
voy caminando solo,
triste, cansado, pensativo y viejo.

Antonio Machado



1 comentario:

  1. Un poema de palabras sencillas, pero pleno de intimismo, sensibilidad y sentimiento.
    ¡Qué grande Machado!
    Saludos

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