Frente al cielo inmenso y puro, de un incendiado añil, mis ojos -¡tan lejos de mis oídos!- se abren noblemente, recibiendo en su calma esa placidez sin nombre, esa serenidad armoniosa y divina que vive en el sinfín del horizonte...
Juan Ramón Jiménez
Moguer (Huelva) 23 diciembre 1881- San Juan (puerto Rico) 29 de mayo 1958
Premio Nobel literatura 1956
De Platero y yo. Cap 7: "El loco".
ResponderEliminarMirar, contemplar y mirar, disfrutar ¡Que me digan loco!.
Muito lindo Cris
ResponderEliminarGosto das cores desse poente.
bjs
Cris
ResponderEliminarO comentario que fiz sobre a Luna é que dá vontade levar as fotos dela e enfeitar o meu Ladinho ( onde coloco a Pitty) porque ela também é linda !! rsrs
com abraços e carinho
¡Qué bien expresa Juan Ramón Jiménez ese sentimiento de paz y serenidad!
ResponderEliminarUn abrazo.
Que colección de cielos en todas las tonalidades, celestes, esmeraldas y amarillo.
ResponderEliminarEs un placer saber disfrutar y ser consciente de los que nos rodea cada uno con su estilo, las fotos son un relejo parpable y además nos permite expresar como sentimos.
Abrazos
Lis,
ResponderEliminarEsos colores en el momento eran admirables.
Que detalle por tu parte... amigas gatunas en la distancia.
Gracias
Cristina
Hola Lito,
ResponderEliminarEso mismo creo yo. Y que sintonía con ese majestuoso horizonte.
Abrazos
Cristina
Johnny era un hechizo de cielo.
ResponderEliminarEs un regalo mirar, descubrir cada momento algo nuevo en lo que nos rodea y lo conocido observarlo con ojos nuevos.
Abrazos
Cristina
Para lá do horizonte, por detrás das tuas nuvens, cor de anís, se escondem sonhos e segredos, que a imensidão harmoniosa do Céu acolherá.
ResponderEliminarComo uma visão, as tuas nuvens e poemas, continuam a abrir portas à imaginação.
Boa semana.
Beijos.